Simplemente comienzo de un domingo frio como
el Oceano Pacífico. Aburrido como la monotonia laboral. Aunque
enérgicamente expectante por el devenir suculento, como ese plato de
comida caliente.
Tanto encierra este simbolo, que fue tantas veces usado, copiado, tatuado, hasta el hartazgo, con el menester de la idea que encierra.
Estudiar, frio, cafes, vinilos de madrugada de domingo previo, con
ansias de ir a ese nuevo lugar. Y conocer, como ese primer beso que no
esta premeditado en tu niñez. Fascinarse como un niñx que mira por
primera vez un arcoiris o una calesita, dependiendo que nos toque. Lugar
que no requiere ser un laberinto, por que salimos ilesxs como jovenes
que somos, llenos de aventuras y con ganas de aventurarnos por siempre.
El Ultimo de los Hippies dejo, esta dejando y dejará, muchas
sensaciones austeras de parafernalia residual. Para ser lo más aspero
que alguna vez tuviste en la mente.
Creemos, y creo fervientemente
que unx debe de agradecer. Pero a veces en esto de agradecer, le
escapamos, por el solo hecho, de que somos personas alejadas del
agradecimiento de otrxs. Porque hacemos lo que hacemos, por nada a
cambio.
Simplemente, voy a tener en cuenta, que en este mundo, hay
personas, personitas, seres humanxs que intentan hacer un poquito mejor
nuestros mundos. Y esto, hay que compartilo...porque no debemos de
guardar nada, porque la nada se evapora en el silencio...mejor hacer
ruido, y quedar evidenciadxs.
Salud!
Presentación del libro EL ULTIMO DE LOS HIPPIES de Penny Rimbaud (Crass). Domingo 8 de Junio del 2014 en la Cazona de Flores
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